La expresión y la comunicación. Tipos de palabras. El verbo en la
oración
¿Por qué es importante el verbo? ¿Por qué son importantes los diversos
tipos de palabras que existen en una lengua? Lo son porque aprender a
reconocerlos nos permite construir mejor nuestras expresiones, lograr
expresiones más refinadas hará que nuestros interlocutores, aquellos a quienes
nos dirigimos, nos comprendan mejor, sean quiénes sean. La capacidad de
manifestarnos en forma oral o escrita mejora con nuestro conocimiento de
nuestra lengua madre, éste hace que, en nuestra vida cotidiana, seamos capaces
de lograr mejores relaciones con el mundo a nuestro alrededor.
Quizá parezca demasiado lejano el hecho de comenzar por las clases de
palabras (qué es un sustantivo, qué un adjetivo, qué un verbo) si lo que
queremos es poder comunicarnos mejor con los demás y, también, con nosotros
mismos (el autoconocimiento pasa, en parte, por poner en palabras lo que nos
ocurre, en nuestro propio pensamiento, en el constante diálogo interno con uno
mismo que es pensar). Puede parecerlo, pero no lo es tanto, de los primeros
aprendizajes conceptuales que los niños y jóvenes atraviesan al desarrollo cada
vez más rico y elaborado de una expresión propia hay un paso, un gran paso, sí,
a veces cuesta darlo, y, sin embargo, los beneficios y el bienestar que generan
haberlo dado son interminables, duran para siempre. Y de eso no hay duda. Lo
que realmente aprende un niño, lo que madura y decanta como aprendizaje en el
joven jamás muere, queda en él hasta su último aliento. De eso no hay
duda.
Las palabras según su clase
No todas las palabras funcionan del mismo modo. Las hay fijas y móviles.
Las primeras son aquellas que en cualquiera de sus apariciones permanecen con
una misma forma. A éstas las denominamos inflexibles. Entre ellas están los
adverbios, las preposiciones, las conjunciones, los conectores. Veamos algunos
ejemplos:
Adverbios: hoy- acá- temprano- sí – quizás- totalmente
Preposiciones: de- ante- hacia- bajo- entre
Conjunciones: y- pero- o
Conectores: aunque, sin embargo, pues, porque
(Recordemos también que los adverbios indican circunstancias –lugares,
tiempos, cantidad, afirmación, negación-, que las preposiciones introducen
términos en complementos de distinto tipo, que las conjunciones unen oraciones
o componentes de la oración cuyo rol es el mismo y que los conectores suelen
introducir oraciones subordinadas, es decir, oraciones adentro de oraciones.
Todos ellos son temas que veremos en detalle más adelante)
Entre las palabras que cambian podemos mencionar a los verbos. Las características
que lo componen son: la persona, el número, el tiempo, el modo y la
conjugación. Para observar con detalle dichos cambios es dable pensar en el
verboide infinitivo, para, a partir de él, observar su raíz y su desinencia de
1ra, 2da o 3ra conjugación. De este modo, tenemos que:
La raíz de ‘JUGAR’ ES ‘JUG-‘ Y SU DESINENCIA DE PRIMERA CONJUGACIÓN ‘-AR’.
La de ‘CREER’, ‘CRE-‘. La de ‘REÍR’, ‘RE-‘.
Siempre que a un infinitivo le quitemos su desinencia de conjugación:
-AR, -ER O –IR, hallaremos la raíz del verbo que estamos analizando.
¿Por qué es importante reconocer raíz y desinencia? Para poder observar
los cambios que ocurren en el verbo regular cuando cambian la persona, el número,
el tiempo o el modo. Vayamos con un ejemplo: mientras que ‘am-aban’ está en
pretérito de la tercera o segunda persona del plural (ellos-ellas o ustedes), ‘am-aré’
está en primera del singular (yo) en tiempo futuro. En tanto podamos reconocer la raíz y la desinencia de un verbo conjugado seremos capaces también de decir en qué tiempo, en qué persona y en qué modo está.
Veamos algunos ejemplos más:
Para el verbo 'Reír', la raíz es 'Re-', entonces al encontrarnos con el verbo conjugado 're-íamos', seremos capaces de decir el que mismo está en 1ra persona del plural (nosotros), en tiempo pretérito y en modo indicativo.
Adentrémonos en las características del verbo en general en nuestra lengua. Todo verbo conjugado está en determinada persona y determinado número, en un tiempo específico, además de pertenecer a una conjugación.
Detallando un poco más, las personas verbales son tres y tienen singular y plural:
SINGULAR PLURAL
1ra yo nosotros
2da vos/ usted ustedes/vosotros
3ra él/ella/ellos ellos/ellas
A los tiempos, por ahora, vamos a clasificarlos en presentes si refieren al momento actual, pretéritos si aluden a episodios pasados o futuros si aún no ocurrieron. A continuación, algunos ejemplos de variaciones temporales para el verbo 'crec-er' en su primera persona del singular (yo):
crezco: presente
creceré: futuro
crecí: pretérito
Respecto de los modos, en nuestra lengua son tres: el INDICATIVO, el SUBJUNTIVO y el IMPERATIVO. Los mismos se destinan a diferentes propósitos. Así, aquellos verbos que estén destinados a describir o decir algo sobre el mundo existente deberán conjugarse en modo indicativo. Los que refieran a posibilidades, imposibles, anhelos o deseos habrán de conjugarse en subjuntivo. Por último, aquellos que tengan como fin una solicitud, pedido u orden, serán conjugados en imperativo.
En las siguientes oraciones podemos observar el uso de los modos verbales:
1*Juan lee recostado en el sofá todas las tardes.
2*Me gustaría que Juan leyese más horas semanales, lo ayudaría a mejorar su lectocomprensión.
3*Juan, leé, por favor. Mañana tenés un importante examen.
En el primer ejemplo, la oración no hace más que describir una situación. Por eso 'lee' está en modo indicativo.
El el segundo caso, 'leyese' se encuentra en modo subjuntivo, pues no hace más que especificar el deseo que a alguien le gustaría, alguien (alguno de los padres o maestros de Juan desea que él lea más).
En la última oración, alguien pide por favor, aunque en modo imperativo, que Juan lea para el examen del día siguiente. Obsérvese la paradoja del lenguaje: mientras que se da una orden, el modo verbal la señala sin dudas, se la suaviza con el 'por favor' para así disfrazar o transformar la orden en solicitud o pedido. Por supuesto que en el uso real del lenguaje importa mucho el tono con que uno acompaña sus frases cuando se dirige a otro.
Para ejercitarse y repasar el tema, pueden consultar los siguientes enlaces:
http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/gramatica-de-la-lengua-castellana-transcripcion--0/html/fef79aea-82b1-11df-acc7-002185ce6064_6.html#I_22_
https://www.aboutespanol.com/la-conjugacion-verbal-2879641
https://www.aboutespanol.com/ejercicios-con-verbos-ii-2879534
Veamos algunos ejemplos más:
Para el verbo 'Reír', la raíz es 'Re-', entonces al encontrarnos con el verbo conjugado 're-íamos', seremos capaces de decir el que mismo está en 1ra persona del plural (nosotros), en tiempo pretérito y en modo indicativo.
Adentrémonos en las características del verbo en general en nuestra lengua. Todo verbo conjugado está en determinada persona y determinado número, en un tiempo específico, además de pertenecer a una conjugación.
Detallando un poco más, las personas verbales son tres y tienen singular y plural:
SINGULAR PLURAL
1ra yo nosotros
2da vos/ usted ustedes/vosotros
3ra él/ella/ellos ellos/ellas
A los tiempos, por ahora, vamos a clasificarlos en presentes si refieren al momento actual, pretéritos si aluden a episodios pasados o futuros si aún no ocurrieron. A continuación, algunos ejemplos de variaciones temporales para el verbo 'crec-er' en su primera persona del singular (yo):
crezco: presente
creceré: futuro
crecí: pretérito
Respecto de los modos, en nuestra lengua son tres: el INDICATIVO, el SUBJUNTIVO y el IMPERATIVO. Los mismos se destinan a diferentes propósitos. Así, aquellos verbos que estén destinados a describir o decir algo sobre el mundo existente deberán conjugarse en modo indicativo. Los que refieran a posibilidades, imposibles, anhelos o deseos habrán de conjugarse en subjuntivo. Por último, aquellos que tengan como fin una solicitud, pedido u orden, serán conjugados en imperativo.
En las siguientes oraciones podemos observar el uso de los modos verbales:
1*Juan lee recostado en el sofá todas las tardes.
2*Me gustaría que Juan leyese más horas semanales, lo ayudaría a mejorar su lectocomprensión.
3*Juan, leé, por favor. Mañana tenés un importante examen.
En el primer ejemplo, la oración no hace más que describir una situación. Por eso 'lee' está en modo indicativo.
El el segundo caso, 'leyese' se encuentra en modo subjuntivo, pues no hace más que especificar el deseo que a alguien le gustaría, alguien (alguno de los padres o maestros de Juan desea que él lea más).
En la última oración, alguien pide por favor, aunque en modo imperativo, que Juan lea para el examen del día siguiente. Obsérvese la paradoja del lenguaje: mientras que se da una orden, el modo verbal la señala sin dudas, se la suaviza con el 'por favor' para así disfrazar o transformar la orden en solicitud o pedido. Por supuesto que en el uso real del lenguaje importa mucho el tono con que uno acompaña sus frases cuando se dirige a otro.
Para ejercitarse y repasar el tema, pueden consultar los siguientes enlaces:
http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/gramatica-de-la-lengua-castellana-transcripcion--0/html/fef79aea-82b1-11df-acc7-002185ce6064_6.html#I_22_
https://www.aboutespanol.com/la-conjugacion-verbal-2879641
https://www.aboutespanol.com/ejercicios-con-verbos-ii-2879534
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