Por lo pronto, en 1ro 5ta estaremos socializando la lectura de esta gran empresa.
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Novela por entregas...
La Isla de los Gritos
"Que no está muerto lo que yace
eternamente, y con el paso de los eones incluso la muerte puede morir”.......
(Howard Phillips Lovecraft).......
Capítulo 1: ¿Bienvenidos a Relhoody?
!PI PI PI...PI PI PI...PI PI
PI...!, sonaba el despertador. Un sonido que podríamos decir irritante para
aquellos perezosos, pero en ese departamento solo había una indolente. Furiosa,
golpeó fuertemente con su puño contra aquel devastador de amaneceres y logro callarlo,
regresando así a su largo sueño, pero no fue suficiente, del otro lado de la
habitación, un eco cruzaba el pasillo sin piedad:
-! Levántate que vas a llegar tarde!-exclamo el padre, mientras más crecía el sonido de sus botas, y junto con el crujido de la puerta- se que estas despierta, no me hagas repetirlo.
-Ya lo sé, ya lo sé.....!agh!.
Se levanto perpendicular a la cama con su joroba, la jaqueca y su rostro de zombi. Lo único que se le cruzaba en la mente era desaparecer para descansar en paz, típico de un lunes por la mañana. Caminó hasta el tocador, pero se detuvo en la entrada, y observo que en el living se encontraba bolsos y maletas preparadas. En ese momento no sabía lo que estaba ocurriendo, pensó que alguien más iba a unirse a la manada, pero tal parece que no es así.
-¿Papa, que son estos bolsos?
- Eh.....hija....tenemos que hablar- con esas únicas palabras fue lo necesario para captar su atención, pero no acabo ahí- se que hemos estado un poco de aprieto con respecto al dinero...., también se que no te gusta mudarte, pero....esta vez tenemos que hacerlo.
- ¿Qué?¿Quieres que nos vayamos de esta casa...donde estuvimos con mama ?-respondió disgustada.
- Escucha, ella ya no está con nosotros, pero...-en ese momento lo interrumpió.
- ¿Cómo te atreves a decir eso?
- No era lo que quería decir, solo que.....ya es tiempo de avanzar.....Escucha, he conseguido un pequeño trabajo, con buena paga, en Relhoody.
- ¿Qué demonios es Relhoody?- respondió sin dudarlo.
- Es una pequeña isla en el Océano Pacífico.
-...Así que quieres ir a un pedazo de tierra en la nada, y olvidarte de todo ¿verdad?
A pesar de su actitud, el padre siempre mantenía la postura, le hacía recordar a su esposa en sus tiempos de juventud, la forma del enojo, el movimiento de ojos, etc. Pero que decir cuando se trata de una adolescente, en una etapa diferente.
- Sé que estas enojada, pero eso no implica que debas comportarte de esa manera, por favor ¿sí? Solo quiero lo mejor para ti.
Tras intentar toda forma de poder acercarse a ella, siempre encontraba la forma de evadirlo. A veces pensaba ¿qué error he cometido para alejarme de ella?, pero no le daba la solución. Siempre era la madre la que más la seguía, y cuando los dejó.... creó un vacío entre ellos, y ahora les hace falta más que nunca.
Luego de la charla, simplemente se vistió, agarro su mochila y se retiró de la casa, sin despedirse. Varias veces no entraba a clases, solo paseaba por el parque o entraba a un bar, obviamente también evadía el documento sin que se dieran cuenta, toda una adolescente rebelde. También se juntaban con sus amigos, otros insurgentes, para ir a fiestas nocturnas. Todos esos recuerdos y momentos de su vida tendría que dejarlos atrás, ahora estaba a punto de adentrarse en un mundo en donde absolutamente todo iba a cambiar.
Las horas pasaban volando, y al cabo del tercer día el departamento estaba vacío, ni una sombra de recuerdo quedaba. Ahora solo era esperar a que el agua los llevara hacia su destino. Llegaron al puerto, donde un gran barco los aguardaba, pero no era cualquier barco, tal parece que era un yate viejo, donde la madera se podría poco a poco.
- ¿Es una broma? ¿Vamos a ir en un barco vejestorio?-dijo Alice.
- Lo mismo pensaba, creo que la dirección está mal -agarro su celular y se puso a buscar los mensajes que intercambio con el sujeto que los llevaría- pues no se equivoca, este es el lugar correcto.
Mientras seguían observando al yate confundidos, un hombre de campera larga con una gorra roja se acercaba a su posición.
-¡ Ey, John, ¿qué estas esperando?!-preguntó el desconocido.
En ese instante, se dio la vuelta y pudo reconocer al sujeto. Se acercaron y se dieron un choque de abrazos.
-Creí que me había equivocado de lugar. -dijo alborozado.
-Pues no, con este yate he cruzado medio continente, yo lo llamo el "Alert".Pero tranquilos que solo le queda un par de años para jubilarse- contesto carcajeando y señalando de esa manera a su yate, sin mencionar lo degastado y peligroso que puedes ser.
-....Ah, perdón, no te presenté a mi hija. Ella es Alice.
El sujeto levanto su mano y la estrecho con la de ella.
-Mucho gusto Alice- respondió.
A pesar de su apariencia normal, ella no confiaba en él, sentía que no era de fiar, pero no tuvo otra alternativa más que subirse en aquel medio de transporte.
-! Y que estamos esperando, vamos a subirnos. Les mostrare en donde van a dormir!- dijo el sujeto.
Recogieron los bolsos y se subieron al barco. El motor empezó en un principio a trabarse, y luego al quinto intento se mantuvo constante y comenzó el viaje a la isla.
Mientras el padre disfrutaba la travesía por el mar, su hija se sentía triste y a la vez enojada por dejar todo atrás, incluyendo a su madre. Sentía también culpa por no haber estado allí en sus últimos momentos. Cuando uno va creciendo a lo largo de su vida, siente que necesita más espacio y explorar nuevos rumbos, y deja a un costado el amor de una familia. Ahora todo es diferente para ella, está a dos meses de entrar en un mundo adulto, pero antes tendría que enfrentar la realidad... una realidad que hará cuestionar al mundo, y su ignorancia ante tales eventos pasados.
Una noche, mientras las olas seguían golpeando el casco del barco, la lluvia intensa que no dejaba de caer, los vientos y los relámpagos que se formaban, Alice empezaba a tener pesadillas, moviéndose de un lado para el otro, como si la estuvieran picando. Lo que parecía ser un sueño normal, solo eran fragmentos de una escena aterradora. Lo único que veía era caos: criaturas extrañas que bajaban por los cielos, una muchedumbre festejando y muchas luces, disparos, sangre, un beso y pieles que se desgarran. En ese momento no pudo aguantarlo más y despertó, con mucha transpiración y agitación. Se levantó del colchón y se dirigió al baño, se lavó el rostro y luego se miro al espejo, tratando de calmar su respiración, pero en ese instante el yate se detuvo repentinamente haciendo que ella se golpeara la cabeza contra la puerta. Sacudió la cabeza y salió del baño, en ese momento se dio cuenta que su padre no estaba:
- ¿Papá?- preguntó, pero no le respondía, y salió a buscarlo.
Lo único que se encontraba era una tormenta intensa azotándola. Fue hacia el puente del mando pero ni su padre ni el sujeto se encontraban. Estaba varada en el medio de una tempestad, y empezó a gritar con todo lo que tenía: “¿Papá, donde estás?”. Caminó hacia la proa, y pudo contemplar que algo grande, más grande que una ballena, pasaba por debajo del yate, se quedo en un pequeño lapso y se sumergió nuevamente, y cuando lo hizo empezó a hundir el barco verticalmente poco a poco. Asustada se subió hasta lo más alto que podía, pero el agua seguía subiendo, y luego...... hundió por completo el barco dejándola en el Océano. Luchaba por respirar contra las olas que la empujaban, y mientras lo hacía, algo la agarró del pie y la asumió a las profundidades. Gritaba y batallaba bajo el agua, con tal de respirar, pero lo que pudo ver era una garra grande que la sujetaba, y mientras más la asumía, más claro se veía la criatura, y cuando lo vio, la presión y la falta de oxígeno la mató...
-! Levántate que vas a llegar tarde!-exclamo el padre, mientras más crecía el sonido de sus botas, y junto con el crujido de la puerta- se que estas despierta, no me hagas repetirlo.
-Ya lo sé, ya lo sé.....!agh!.
Se levanto perpendicular a la cama con su joroba, la jaqueca y su rostro de zombi. Lo único que se le cruzaba en la mente era desaparecer para descansar en paz, típico de un lunes por la mañana. Caminó hasta el tocador, pero se detuvo en la entrada, y observo que en el living se encontraba bolsos y maletas preparadas. En ese momento no sabía lo que estaba ocurriendo, pensó que alguien más iba a unirse a la manada, pero tal parece que no es así.
-¿Papa, que son estos bolsos?
- Eh.....hija....tenemos que hablar- con esas únicas palabras fue lo necesario para captar su atención, pero no acabo ahí- se que hemos estado un poco de aprieto con respecto al dinero...., también se que no te gusta mudarte, pero....esta vez tenemos que hacerlo.
- ¿Qué?¿Quieres que nos vayamos de esta casa...donde estuvimos con mama ?-respondió disgustada.
- Escucha, ella ya no está con nosotros, pero...-en ese momento lo interrumpió.
- ¿Cómo te atreves a decir eso?
- No era lo que quería decir, solo que.....ya es tiempo de avanzar.....Escucha, he conseguido un pequeño trabajo, con buena paga, en Relhoody.
- ¿Qué demonios es Relhoody?- respondió sin dudarlo.
- Es una pequeña isla en el Océano Pacífico.
-...Así que quieres ir a un pedazo de tierra en la nada, y olvidarte de todo ¿verdad?
A pesar de su actitud, el padre siempre mantenía la postura, le hacía recordar a su esposa en sus tiempos de juventud, la forma del enojo, el movimiento de ojos, etc. Pero que decir cuando se trata de una adolescente, en una etapa diferente.
- Sé que estas enojada, pero eso no implica que debas comportarte de esa manera, por favor ¿sí? Solo quiero lo mejor para ti.
Tras intentar toda forma de poder acercarse a ella, siempre encontraba la forma de evadirlo. A veces pensaba ¿qué error he cometido para alejarme de ella?, pero no le daba la solución. Siempre era la madre la que más la seguía, y cuando los dejó.... creó un vacío entre ellos, y ahora les hace falta más que nunca.
Luego de la charla, simplemente se vistió, agarro su mochila y se retiró de la casa, sin despedirse. Varias veces no entraba a clases, solo paseaba por el parque o entraba a un bar, obviamente también evadía el documento sin que se dieran cuenta, toda una adolescente rebelde. También se juntaban con sus amigos, otros insurgentes, para ir a fiestas nocturnas. Todos esos recuerdos y momentos de su vida tendría que dejarlos atrás, ahora estaba a punto de adentrarse en un mundo en donde absolutamente todo iba a cambiar.
Las horas pasaban volando, y al cabo del tercer día el departamento estaba vacío, ni una sombra de recuerdo quedaba. Ahora solo era esperar a que el agua los llevara hacia su destino. Llegaron al puerto, donde un gran barco los aguardaba, pero no era cualquier barco, tal parece que era un yate viejo, donde la madera se podría poco a poco.
- ¿Es una broma? ¿Vamos a ir en un barco vejestorio?-dijo Alice.
- Lo mismo pensaba, creo que la dirección está mal -agarro su celular y se puso a buscar los mensajes que intercambio con el sujeto que los llevaría- pues no se equivoca, este es el lugar correcto.
Mientras seguían observando al yate confundidos, un hombre de campera larga con una gorra roja se acercaba a su posición.
-¡ Ey, John, ¿qué estas esperando?!-preguntó el desconocido.
En ese instante, se dio la vuelta y pudo reconocer al sujeto. Se acercaron y se dieron un choque de abrazos.
-Creí que me había equivocado de lugar. -dijo alborozado.
-Pues no, con este yate he cruzado medio continente, yo lo llamo el "Alert".Pero tranquilos que solo le queda un par de años para jubilarse- contesto carcajeando y señalando de esa manera a su yate, sin mencionar lo degastado y peligroso que puedes ser.
-....Ah, perdón, no te presenté a mi hija. Ella es Alice.
El sujeto levanto su mano y la estrecho con la de ella.
-Mucho gusto Alice- respondió.
A pesar de su apariencia normal, ella no confiaba en él, sentía que no era de fiar, pero no tuvo otra alternativa más que subirse en aquel medio de transporte.
-! Y que estamos esperando, vamos a subirnos. Les mostrare en donde van a dormir!- dijo el sujeto.
Recogieron los bolsos y se subieron al barco. El motor empezó en un principio a trabarse, y luego al quinto intento se mantuvo constante y comenzó el viaje a la isla.
Mientras el padre disfrutaba la travesía por el mar, su hija se sentía triste y a la vez enojada por dejar todo atrás, incluyendo a su madre. Sentía también culpa por no haber estado allí en sus últimos momentos. Cuando uno va creciendo a lo largo de su vida, siente que necesita más espacio y explorar nuevos rumbos, y deja a un costado el amor de una familia. Ahora todo es diferente para ella, está a dos meses de entrar en un mundo adulto, pero antes tendría que enfrentar la realidad... una realidad que hará cuestionar al mundo, y su ignorancia ante tales eventos pasados.
Una noche, mientras las olas seguían golpeando el casco del barco, la lluvia intensa que no dejaba de caer, los vientos y los relámpagos que se formaban, Alice empezaba a tener pesadillas, moviéndose de un lado para el otro, como si la estuvieran picando. Lo que parecía ser un sueño normal, solo eran fragmentos de una escena aterradora. Lo único que veía era caos: criaturas extrañas que bajaban por los cielos, una muchedumbre festejando y muchas luces, disparos, sangre, un beso y pieles que se desgarran. En ese momento no pudo aguantarlo más y despertó, con mucha transpiración y agitación. Se levantó del colchón y se dirigió al baño, se lavó el rostro y luego se miro al espejo, tratando de calmar su respiración, pero en ese instante el yate se detuvo repentinamente haciendo que ella se golpeara la cabeza contra la puerta. Sacudió la cabeza y salió del baño, en ese momento se dio cuenta que su padre no estaba:
- ¿Papá?- preguntó, pero no le respondía, y salió a buscarlo.
Lo único que se encontraba era una tormenta intensa azotándola. Fue hacia el puente del mando pero ni su padre ni el sujeto se encontraban. Estaba varada en el medio de una tempestad, y empezó a gritar con todo lo que tenía: “¿Papá, donde estás?”. Caminó hacia la proa, y pudo contemplar que algo grande, más grande que una ballena, pasaba por debajo del yate, se quedo en un pequeño lapso y se sumergió nuevamente, y cuando lo hizo empezó a hundir el barco verticalmente poco a poco. Asustada se subió hasta lo más alto que podía, pero el agua seguía subiendo, y luego...... hundió por completo el barco dejándola en el Océano. Luchaba por respirar contra las olas que la empujaban, y mientras lo hacía, algo la agarró del pie y la asumió a las profundidades. Gritaba y batallaba bajo el agua, con tal de respirar, pero lo que pudo ver era una garra grande que la sujetaba, y mientras más la asumía, más claro se veía la criatura, y cuando lo vio, la presión y la falta de oxígeno la mató...
Y CÓMO SIGUE? MUERE? ES ESTE EL FINAL DE ESTE TIERNO Y AVENTURERO PERSONAJE? QUÉ PASARÁ ENTONCES?
ResponderEliminarESPERO CON ANSIAS SABER CÓMO SIGUE, CUÁNDO PUBLICARÁN MÁS?